Atlazul

El crecimiento azul es una estrategia para el desarrollo sostenible de los sectores marinos y marítimo en Europa que reconoce la importancia de los mares y océanos como motores de la innovación, prosperidad, empleo y biodiversidad. La mar es un claro futuro para nuestra sociedad.

La economía azul ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad, en un mar de oportunidades, sobre todo en las regiones marítimas y grandes ciudades de litoral. Para hacer frente a esos retos el Clúster Marítimo-Marino de Andalucía (CMMA) se ha implicado, junto a otros 17 socios, en el proyecto europeo Atlazul, un programa aprobado por el Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza INTERREG España-Portugal (POCTEP). Las energías marinas renovables, la construcción naval, la pesca y la acuicultura, el turismo costero y marítimo, puertos, logística y transporte, la biotecnología y muchas otras actividades que conforman la economía azul son objeto de esta alianza en un espacio geográfico. Su impulso ayudará a salir de esta crisis más fuertes, más sanos, resilientes y sostenibles. La investigación, la innovación y la educación también son claves para contribuir a la transición hacia una economía azul europea.
    
Esta alianza está liderada por la Secretaría General de Acción Exterior de la Consejería de Presidencia de la Junta para impulsar la economía azul en las regiones portuguesas del Alentejo y el Algarve, así como en Galicia y Andalucía. La transferencia de conocimiento que encarnan las universidades públicas andaluzas y el CEIMAR está integrada en el partenariado de Atlazul, junto a las empresas del sector marítimo de la región y del Clúster Marítimo-Marino andaluz, así también lo están los ecosistemas portuarios, claves en la internacionalización, la logística y el transporte, jugando una realidad estratégica y esencial de presente y una oportunidad de futuro. El presidente del CMMA, Javier Noriega, ya lo preconizó en la presentación del ‘Diagnóstico de la Economía Azul en Andalucía’. “La mar, y, por ende, la economía azul, son, sin lugar a dudas, las opciones de futuro más inteligentes e integradoras, claras oportunidades para las regiones limítrofes de litoral. En el caso andaluz, por sus infraestructuras, biodiversidad y lugar geográfico mundial, la economía azul es estratégica, incluso, asunto de Estado”. Hablamos de un proyecto pionero en el sur de Europa en cuanto al modelo de desarrollo y de innovación de quíntuple hélice: 1.400 Investigadores, 205 grupos de investigación, 6.000 empresas, 13 puertos agrupados en siete autoridades portuarias, 25 puertos pesqueros y 64 espacios náuticos recreativos. A ello hay que unir las organizaciones conservacionistas y protectoras del medio ambiente en el mar de Alborán, único por su rica biodiversidad. Todos ellos son elementos de una ecuación de progreso para los territorios, lo que redundará en el desarrollo y mejora de la competitividad de la economía derivada de sus mares, una realidad a la que no podemos volver a dar la espalda. Todas estas líneas estratégicas están muy claras para los 18 socios del proyecto: coordinados por la Secretaría de Acción Exterior, están la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA), Puertos de Andalucía (APPA), el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), y Extenda. También están involucrados el Campus de Excelencia internacional del Mar (CEIMAR), el Clúster, que aporta la visión de las empresas de los doce sectores económicos relacionados, y el Centro Tecnológico de la Acuicultura (CTAQUA), todos con sede andaluza. En el modelo de alianza, son socios del proyecto el Instituto de Investigacións Mariñas (CSIC) y el Centro Tecnológico del Mar (CETMAR), entidades gallegas, mientras que desde Portugal el conocimiento lo aportan las universidades de Évora y el Algarve, así como la Comissão de Coordenação e Desenvolvimento Regional do Algarve y Alentejo, el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA), la empresa estatal Doscapesca Portos e Lotas S.A. y el centro de innovación Sinestecnopolobic.