ULMA Handling Systems

ULMA es una sociedad cooperativa que se ha convertido en una referencia global en el campo de la intralogística a partir de una trayectoria de décadas de presencia en el sector.

Desde sus inicios, la compañía ha mantenido un firme compromiso con la innovación, adaptando sus soluciones a las necesidades del mercado y de cada cliente para optimizar sus procesos logísticos internos.

Con su sede central ubicada en Oñati (Guipúzcoa) y su planta de producción en la localidad vizcaína de Otxandio, ULMA cuenta con un equipo humano formado por 450 personas y atiende a clientes en más de 15 países de todo el mundo, para lo que cuenta con oficinas en Francia, Holanda, Brasil, Perú y México.

Vocación 360

El conocimiento de la empresa cubre todas las fases del ciclo de vida de la solución intralogística, desde la concepción hasta el soporte post-instalación, y con una fuerte especialización en la integración e implementación de tecnologías avanzadas. Para ello, ULMA se organiza en varias áreas clave, como ingeniería, diseño, desarrollo de software, instalación y mantenimiento de soluciones o gestión de proyectos, aspecto clave para asegurar la eficiencia y el cumplimiento de los plazos en cada implementación.

“A través de nuestra red de servicio y soporte técnico 24/7, ofrecemos una atención rápida ante cualquier incidencia y un servicio postventa de calidad, lo cual garantiza que cada sistema funcione de manera óptima desde el primer día. Esta infraestructura nos permite abordar proyectos de diferentes dimensiones, desde instalaciones pequeñas hasta complejas soluciones a gran escala, adaptándonos a los desafíos específicos de cada cliente”, explica Eñaut Sarriegi, Director Comercial y Marketing.

Un socio estratégico

La propuesta de valor de ULMA para el sector consiste en ser un socio estratégico en la automatización y acompañamiento de los procesos intralogísticos de sus clientes, ofreciéndoles soluciones integrales y a medida de cada necesidad que abarcan desde la consultoría hasta la implementación y el mantenimiento de sistemas automatizados a través de la integración de diferentes tecnologías, como sistemas de transporte, almacenamiento automatizado, robótica móvil y software de gestión. Todo ello, además, aportando soluciones que minimicen el impacto ambiental y optimicen el consumo de recursos.

Gracias a esa filosofía, ULMA Handling Systems atiende a una amplia variedad de sectores, incluyendo la industria farmacéutica, la logística de comercio electrónico, la alimentación, la distribución y el retail. “Nuestra clientela varía desde pequeñas y medianas empresas que buscan modernizar sus operaciones logísticas hasta grandes corporaciones que requieren soluciones automatizadas complejas y a gran escala”, sostiene Eñaut Sarriegi.

Acompañamiento integral

A la hora de diferenciarse de sus competidores, ULMA no se ciñe solo a ofrecer tecnología, sino que proporciona también un acompañamiento integral que abarca desde el análisis detallado de necesidades hasta el diseño de soluciones personalizadas y el soporte continuo a los clientes. “Además –explica Eñaut Sarriegi–, nuestras soluciones no solo optimizan los procesos logísticos, sino que también están diseñadas para reducir el impacto ambiental. Este enfoque integral y responsable nos ha posicionado para competir al más alto nivel, enfrentándonos con éxito a grandes multinacionales europeas y americanas en la creación de instalaciones altamente complejas y completamente automatizadas”.

Sin embargo, el verdadero valor diferencial de ULMA va mucho más allá de sus soluciones. Se trata de un proyecto cooperativo, un socio-empresarial en el que los trabajadores no solo participan, sino que somos los dueños de su destino. “Sentimos el deber de tomar el relevo de quienes nos precedieron y fortalecer el proyecto para entregarlo aún más sólido a las generaciones futuras, creando un legado duradero y significativo. Nuestros clientes perciben este compromiso, y su confianza en ULMA se fortalece gracias a esta visión de largo plazo. Esto nos permite construir relaciones que van más allá de lo transaccional; de hecho, con algunos clientes ya llevamos más de 30 años trabajando juntos. Saben que ULMA no solo estará aquí hoy, sino que seguirá siendo un aliado fiable para ellos en el futuro”, afirman desde la dirección de la empresa.

Perspectivas

De cara al futuro, ULMA Handling Systems tiene planes ambiciosos de expansión y diversificación. La compañía se ha enfocado en fortalecer su presencia en mercados internacionales, donde la demanda de soluciones de automatización sigue creciendo. Además, continuará desarrollando tecnologías innovadoras que se alineen con las tendencias del mercado y que respondan a las necesidades específicas de sus clientes, como la digitalización, la inteligencia artificial o la robótica móvil, que pueden aportar un gran valor añadido. Un aspecto clave para ese desarrollo es la atracción de talento joven y altamente cualificado para asegurar que su equipo cuente con las habilidades y el conocimiento necesario para liderar el cambio en la industria. “También estamos comprometidos con la sostenibilidad y la responsabilidad social, impulsando iniciativas que beneficien tanto a nuestros clientes como a la comunidad en general y al medio ambiente. Queremos ser un referente no solo en soluciones logísticas, sino también en la forma en que hacemos negocios y contribuimos a la sociedad”, concluye Eñaut Sarriegi.

DEL CHOCOLATE A LA INTRALOGÍSTICA

En 1957, un grupo de trabajadores se estableció en un pequeño local alquilado en Mendikokale, Oñati, y fundó la empresa Talleres Ignacio Maiztegui. Con la visión de ofrecer servicios auxiliares, comenzaron a trabajar, principalmente, para la pujante industria chocolatera de la región, que en esa época incluía empresas como Zahor, Loyola, Martín Orbea, Onena, Guereca y Maiztegui.

Poco tiempo después, la demanda en el sector chocolatero creció y llevó a la compañía a especializarse en la construcción de máquinas envolvedoras, primero para chocolate y luego para otros productos. Esta evolución marcó el inicio de lo que hoy es ULMA y el nacimiento de ULMA Packaging.

Para comercializar las máquinas, se eligió la marca ULMA, acrónimo de los nombres Ugarte, Lizarralde, Mendiola y Aiastui. Posteriormente, en el contexto del movimiento cooperativo, se fundó en 1984 Oinakar Sociedad Cooperativa, que comenzó distribuyendo maquinaria industrial para el transporte interno a través de un acuerdo con Mitsubishi. En 1987, Oinakar desarrolló sus primeros almacenes automáticos en colaboración con Daifuku, y en 1988 se integró en el Grupo ULMA bajo el nombre de ULMA Handling Systems.