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Los programas de cribado, esenciales para la detección precoz del cáncer en mujeres
El cáncer es la segunda causa de muerte entre las mujeres de nuestro país y su incidencia seguirá aumentando en los próximos años. En 2021, 45.818 mujeres fallecieron por tumores en España y se estima que en 2023 se detectarán otros 120.715 nuevos casos de cáncer en mujeres. Entrando en detalle, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) cifra en más de 35 mil los nuevos casos de cáncer de mama y en más de 2.300 los nuevos casos de cáncer de cuello de útero que se registrarán este año en España.
Las sociedades que invierten en la salud de la mujer tienen más probabilidades de tener una mejor salud en el conjunto de la población. La investigación en salud femenina revierte en la de todos dado el peso que las mujeres tienen en el ámbito profesional, familiar y social. Los programas nacionales de cribado han mejorado notablemente las tasas de detección precoz y supervivencia de los pacientes de cáncer de mama. Lo que hace unas décadas rara vez podía detectarse a tiempo, hoy, gracias a la tecnología, puede localizarse cuando aún existen múltiples y eficaces opciones de tratamiento a disposición de la paciente.
Pero si la tecnología ha facilitado esta mejora sanitaria, aún queda mucho camino por recorrer en la concienciación y sensibilización de la sociedad, así como en la definición de políticas públicas enfocadas a la protección de la salud de la mujer.
La Alianza como herramienta
Para concienciar y promover una mejora de estos programas, en 2023 se constituyó la Alianza para la Detección Precoz del Cáncer en la Mujer, un grupo de expertos formado por representantes de asociaciones de pacientes y sociedades científicas. Su misión es precisamente fortalecer la salud pública situando la salud y el cuidado de la mujer en el centro de las políticas sanitarias. Forman parte de la Alianza Doña Begoña Barragán, presidenta del GEPAC (Grupo Español de Pacientes con Cáncer), el Dr. José Luis Rodríguez Peralto, presidente saliente de la SEAP (Sociedad Española de Anatomía Patológica) y la Dra. Ana Santaballa, que es coordinadora de la sección de Prevención y Diagnóstico Precoz de la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica).
Para la Alianza, centrarse en la atención médica de la mujer, en políticas asistenciales eficaces, pero sobre todo en la prevención y detección precoz como los programas de cribado de cáncer de mama y cérvix, tiene que convertirse en un pilar de la política sanitaria de la sociedad española. “Tres retos decisivos para las pacientes son conocer el impacto real de la suspensión de los cribados durante la pandemia; explicar que el cribado ahorra tratamientos posteriores y salva vidas y aumentar la participación en los programas haciéndolos más accesibles”, advierte Begoña Barragán, presidenta de GEPAC.
Recomendaciones para la detección precoz del cáncer en mujeres
Para ello, la Alianza ha elaborado una serie de recomendaciones que se han presentado a distintas autoridades sanitarias para intentar revertir esta situación:
1. Garantizar el marco de calidad
Se ha demostrado que un cribado organizado y eficaz reduce la mortalidad por cáncer en las mujeres . Para ello, son necesarias campañas y políticas sanitarias nacionales y regionales que trabajen de forma coordinada para ofrecer el mejor servicio posible. “Debemos abogar por mantener la calidad en el programa de cribado del cáncer de mama. Y tener muy claro qué se cribará, con qué frecuencia y para qué”, reclama la Dra.
Ana Santaballa Bertrán, Coordinadora de la Sección de Prevención y Diagnóstico Precoz
de la SEOM. La aportación de recursos y la concreción y cumplimiento de criterios comunes de calidad son la vía para garantizar la sostenibilidad de este tipo de programas.
2. Conocer los datos reales
Avanzar en la recogida y análisis de datos relacionados con el número total de casos y la incidencia de patologías oncológicas; como la tasa de cobertura, participación o resultados positivos y negativos de los programas de cribado.
A nivel nacional, la Red de Programas de Cribado del Cáncer es una poderosa herramienta. Sin embargo, los datos más recientes de la Red sobre cribado de cáncer de mama son de 2017. Es urgente elaborar un nuevo informe que recoja y aglutine toda esta información, hoy dispersa, cuando no desconocida, entre las distintas administraciones públicas del país.
3. Aprovechar los recursos invertidos
Las Comunidades Autónomas están inmersas en un proceso de implantación progresiva del programa de cribado poblacional de cáncer de cérvix, tras su inclusión en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) en 2019. La responsabilidad de capitalizar los recursos ya invertidos debe ser una prioridad. Tal y como establece la Estrategia en Cáncer del SNS, en 2024 todos los programas deben estar implantados. “La implantación, financiación y seguimiento del programa de cribado poblacional de cáncer de cérvix tiene que convertirse en una prioridad para las Comunidades Autónomas”, advierte el Dr. José Luis Rodríguez Peralto, Presidente saliente de SEAP.
4. Aprender de las buenas prácticas
El programa de cribado de cáncer de mama, en marcha en España desde los años 90, o el programa de cribado de cáncer colorrectal, con el que se ha hecho un gran esfuerzo logístico -y también divulgativo-, representan una experiencia única, una fuente de aprendizaje y un referente europeo. La implantación del cribado poblacional del cáncer de cuello de útero debería ir de la mano de ellos.
5. Profundizar en la participación
La tasa de participación es un reto, ya que varía mucho entre las distintas Comunidades Autónomas, desde las que aún no alcanzan el 50% hasta unas pocas que ya superan el 80% de la población femenina. El objetivo del 70% fijado en la Estrategia contra el Cáncer del SNS, y también para el programa de cribado del cáncer de cérvix, actualmente en aplicación, está aún muy lejos.
6. Basar las decisiones en evidencias científicas
La implantación de programas de cribado poblacional debe basarse en evidencias sólidas que apunten hacia la consecución de una mejor calidad de vida, una menor mortalidad y una mejor relación coste-efectividad para el sistema, en términos de retorno, sociales y médicos.
Por ello, cualquier discusión y modificación que implique cambios en los programas de cribado, como la ampliación de los rangos de edad del “público diana” en el cribado de cáncer de mama, debe basarse también en la evidencia científica; la generalización del autotest en el cribado de cáncer de cérvix para mejorar la participación; la personalización de los programas de cribado mediante la estratificación y categorización de los factores de riesgo individuales de cada mujer, o la introducción de innovaciones tecnológicas, como la Inteligencia Artificial (IA), que puede reducir el tiempo de lectura en las mamografías hasta en un 13%.
La Alianza cuenta con el apoyo de Hologic, empresa líder mundial en tecnología médica centrada en mejorar la salud y el bienestar de las mujeres, sus familias y comunidades a través de la detección precoz y el tratamiento. Actualmente, el grupo de expertos mantiene una ronda de reuniones con las autoridades sanitarias de diferentes Comunidades Autónomas para trasladar sus recomendaciones y exigir a las administraciones que trabajen conjuntamente en favor de una política sanitaria centrada en la mujer.
La Alianza también celebró el pasado 18 de octubre un Foro Nacional en el Congreso de los Diputados con legisladores y autoridades sanitarias en el que situó este necesario y urgente debate en el ámbito nacional.