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El 79% de las pymes aún no están preparadas para la factura electrónica

Versión online o papel publicada por el medio en su página web o tirada nacional
La digitalización de la facturación supondrá un ahorro de tiempo y costes para las empresas, pero la falta de conocimiento frena su adopción
La factura electrónica obligatoria está cada vez más cerca en España, con su implementación prevista en 2025 para empresas con más de 8 millones de euros de facturación y en 2026 para el resto. Sin embargo, la mayoría de las pymes españolas aún no están preparadas para este cambio. Según el estudio Facturación electrónica: El camino hacia una economía conectada, elaborado por Sage, el 79% de las pymes en España desconocen cómo implementarla y un 86% ni siquiera la usa en sus transacciones B2B.
A pesar de esta falta de preparación, existe un consenso sobre sus beneficios: el 60% de las pymes considera positivo su uso y el 62% cree que aportará ventajas económicas y operativas a sus negocios. Estos datos están siendo explicados por expertos de Sage en los eventos Sage Factura Show, sage.com/es/facturashow un ciclo de encuentros que está recorriendo España para informar a empresas y autónomos sobre la nueva normativa y guiarlos en su implementación. En estas jornadas, además de resolver dudas, se presentan casos de éxito y cifras que demuestran el impacto positivo de la facturación electrónica. En países donde ya es obligatoria, como Australia o Singapur, su adopción ha reducido los retrasos en los pagos en un 20% y ha supuesto un ahorro de hasta 13.500 euros anuales para las pequeñas empresas.
Una oportunidad para la digitalización, pero con obstáculos
La facturación manual sigue siendo un problema para las empresas españolas. Una de cada cuatro pymes enfrenta dificultades para procesar facturas debido a errores de formato o falta de información, lo que genera retrasos y sobrecarga administrativa. Además, el 39% de los directivos no financieros afirma que debe intervenir al menos una vez por semana en cuestiones de facturación, restando tiempo a la estrategia y el crecimiento del negocio.
Entre los principales obstáculos para la adopción de la factura electrónica, las pymes señalan la falta de información sobre su implementación (44%), la dificultad de integrar nuevos sistemas con los actuales (53%) y la preocupación por los costes de adaptación (37%). No obstante, en países con experiencia en facturación electrónica, las empresas han logrado superar estos desafíos y han reportado una mayor eficiencia en la gestión financiera.
Para facilitar la transición, iniciativas como Get Ready, impulsada por Sage, buscan acompañar a las pymes en este proceso, proporcionando información, formación y herramientas digitales adaptadas a sus necesidades. “No se trata solo de cumplir con la ley, sino de aprovechar esta transformación para mejorar la competitividad de los negocios. La adopción temprana de la factura electrónica permite anticiparse y optimizar procesos antes de que sea un requisito obligatorio”, señala José Luis Martín Zabala, Managing Director de Sage Iberia.
Además, el informe de Sage destaca que el 90% de las empresas que han implementado la facturación electrónica han adquirido nuevas tecnologías, como inteligencia artificial para tareas financieras. Esta digitalización progresiva no solo facilita la gestión administrativa, sino que también abre la puerta a una mayor automatización y eficiencia en la operativa empresarial.
Un impulso necesario para la economía digital
La facturación electrónica es una pieza clave en la transformación digital de las empresas y en la lucha contra la morosidad. Su implementación masiva permitirá reducir los tiempos de pago, mejorar la transparencia en las operaciones y garantizar un mejor control financiero. Sin embargo, para que esta transición sea efectiva, es fundamental que tanto el sector privado como las administraciones públicas trabajen juntos en la creación de un entorno digital accesible y eficiente para todas las pymes.