Restalia Holding
El smart cost es la respuesta al consumidor inteligente
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Versión online o papel publicada por el medio en su página web o tirada nacional
Restalia Holding lleva más de 20 años en primera línea del sector de la restauración organizada en nuestro país, tras dos fuertes crisis económicas, una pandemia y todos los cambios sociales
Dos años extraños lidiando con una pandemia, un escenario económico mundial definido por la incertidumbre, una subida del IPC que alcanzó en abril el 8,4 % (y que en marzo llegó al 9,8 %) y una tímida vuelta a la normalidad llevan a los consumidores a mimar mucho sus decisiones de compra. Ante esta escalada de precios, nos encontramos con un término que cada vez cobra más protagonismo: el llamado smart cost o compra inteligente. «Es el momento de fortalecer las estrategias de smart cost, algo que nosotros hemos tenido presente desde nuestros orígenes y que implica no renunciar ni a la calidad ni a un precio acorde a nuestros bolsillos», explica el fundador y presidente ejecutivo de Restalia Holding, José María Capitán.
El sector de la restauración, como muchos otros relacionados con los servicios, ha sufrido con creces los efectos de la Covid y las diversas crisis económicas que hemos vivido y estamos viviendo, particularmente ahora con la guerra de Ucrania y el incremento en los costes energéticos, además de la ya mencionada inflación por las nubes que han hecho que este tipo de ocio corra el peligro de convertirse en casi un lujo.
Respuesta a una necesidad
En este contexto, hay marcas como 100 Montaditos que se posicionan fuertemente como un valor refugio de la sociedad. Es decir, independientemente del momento en el que se encuentre el consumidor, siempre tendrá una oferta gastronómica y de ocio adaptada a su bolsillo y sus necesidades. «Nuestro modelo de negocio, acíclico y capaz de resistir a las crisis, nos ha permitido posicionarnos como un valor refugio para los consumidores ofreciéndoles una oferta gastronómica de calidad que no les haga renunciar a vivir experiencias de restauración, propias de nuestra cultura de vida, independientemente de su situación económica», asegura Capitán.
Restalia continúa así fiel a su filosofía de ofrecer un tipo de ocio asequible ya que, como comenta Capitán, «un español gana hoy prácticamente lo mismo que hace 20 años. Los precios han subido, la vida ha subido, pero no el poder adquisitivo de los españoles. El consumidor medio de los años 80 y 90 cobraba 150.000 pesetas, por eso acudía a nosotros, porque en nuestros locales podía vivir una experiencia de ocio y restauración acorde con su poder adquisitivo. Las personas que encontramos al otro lado de la barra en 2022 no cobran mucho más que aquellas: 900 o 1.000 € con el cambio de moneda. Estas personas forman el tejido productivo del país, son las que madrugan para ir a trabajar y siguen sin querer (o poder) pagar más de la cuenta cuando salen a tomar algo fuera. Desde Restalia tenemos un propósito muy claro, que es la democratización del ocio gastronómico, y seguiremos ofreciendo esta posibilidad a todos nuestros clientes, siempre con un claro enfoque en la calidad de nuestros productos. No queremos ni vamos a renunciar a ello».