Restalia Holding
El gran reto de la restauración organizada ante la inflación
Fecha de publicación
Versión online o papel publicada por el medio en su página web o tirada nacional
Un nuevo récord en la tasa de inflación, una crisis de suministro en materias primas y energética y el estado de incertidumbre actual lleva a cualquier negocio a buscar las mejores alternativas que les ayuden a afrontar una situación tan compleja. El modelo de franquicia es una alternativa cada vez más escogida por los emprendedores en nuestro país por el respaldo que la empresa franquiciadora puede proporcionarles. Ante esta situación se encuentra Restalia, dueña de marcas como 100 Montaditos, que ha decidido reforzar sus medidas de apoyo a sus franquiciados.
El sector de la hostelería fue, hace dos años, de los más afectado por los diferentes confinamientos y medidas frente a la covid-19. Ahora, ante la desaceleración de la economía y con un otoño que parece presentarse complicado, el sector se enfrenta a un nuevo reto y la improvisación no es una opción para las empresas de restauración.
En el caso de Restalia Holding, la compañía española de neorestauración dueña de enseñas como 100 Montaditos, TGB – The Good Burger-, La Sureña Jarras y Tapas, Panther Organic Coffee y Pepe Taco, la estrategia que se ha llevado a cabo desde marzo de 2020 ha estado enfocada en proveer constantes medidas de ayudas a su red de franquiciados. El objetivo: amortiguar el impacto de la pandemia en la actividad de los restaurantes con una inversión que ya alcanza los 9 millones de euros repartidos en diferentes paquetes de ayuda a sus franquiciados.
Ahora, dos años más tarde, esta estrategia se mantiene firme y aunque la última ampliación de sus medidas estaba prevista hasta el 1 de septiembre, la empresa acaba de comunicar que no solo la ampliará, sino que la reforzará ante este nuevo periodo convulso. También impulsará otro tipo de medidas como ayuda en delivery y la revisión de la oferta gastronómica con el objetivo de reducir costes y mantener la agilidad y sencillez en la operativa de los locales.
“El éxito de los franquiciados es el éxito de Restalia. Por eso es en estos momentos tan complejos cuando una compañía franquiciadora debe dar un paso al frente y desplegar todas las medidas de apoyo posibles a sus emprendedores. Nosotros no podemos controlar aspectos como la subida del coste de la luz o del gas, pero sí podemos tomar medidas para aliviar esta carga sobre nuestros franquiciados”, afirma José María Capitán, fundador y dueño de la empresa.
Minimizar el impacto en el franquiciado como en la crisis de 2008
En la anterior crisis de 2008, Restalia demostró que se podía salir de una situación económicamente muy compleja con una idea rompedora: la famosa “Euromanía” de los miércoles (todo a 1 €) atrajo a los locales de 100 Montaditos a muchas personas afectadas por las complicaciones económicas del momento. Dio así la vuelta a la tortilla, creciendo a ritmo de dos dígitos en plena crisis económica mundial.
Ahora, la estrategia se dirige a los franquiciados -sin dejar de ser un valor refugio para el consumidor-, emprendedores que vieron cómo sus negocios se paralizaron en marzo de 2020 y que, desde entonces, se han tenido que enfrentar a un inconveniente tras otro.
El objetivo de Restalia fue minimizar el impacto. Comenzó con un primer paquete de ayudas que suponía bonificaciones del 100 % de royalty y apoyo en la renegociación de rentas y convenios con los principales bancos, ayudando así a los franquiciados ante el cierre de establecimientos decretado por las autoridades. El segundo plan de ayudas continuaba las medidas del primero, así como las bonificaciones en productos estratégicos, asesoramiento y financiación en compras. Una vez empezó a reactivarse el consumo y la actividad hostelera, bajo las estrictas medidas impuestas por el Gobierno, Restalia viró su estrategia, dando especial protagonismo al delivery y a las terrazas en sus siguientes planes de apoyo para poder llegar y atender al mayor número de clientes en esas circunstancias.
Fuera del marco de la pandemia, en 2021 se producía una subida histórica del precio de la luz, la cual alcanzaba valores nunca antes vistos y para muchos insostenibles. Para asegurarse de que los franquiciados no tuvieran que renunciar a la apertura de sus locales, Restalia lanzó entonces un plan eléctrico para que sus colaboradores pudieran asumir los costes de la energía de los locales, consiguiendo convenios con determinados bancos para negociar los pagos de las facturas.
Ahora, ante un otoño previsiblemente convulso, el último paquete de esta estrategia ha sido el Plan de Contingencia, que tiene un objetivo claro: ajustar el impacto de las subidas de precios en las materias primas para sus franquiciados.
Los puntos principales del plan son la contención de precios de las materias primas y una mejora en las comisiones con las plataformas de delivery con las que Restalia ha estado negociando en beneficio de su red de franquiciados.
Cada crisis es diferente y pone a cualquier negocio contra las cuerdas. Saber reaccionar a tiempo y tomar decisiones en base a toda la cadena de valor son las claves para no solo sobrellevar una época difícil, sino salir fortalecido.