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Al final de este año leemos en todos los medios que las previsiones por parte de instituciones y analistas para este final de año y el 2023 hablan de CRISIS, y la verdad es que no puedo por menos que esbozar cierta sonrisa, a medio camino entre el escepticismo, la redundancia y la simplicidad en los mensajes. Yo me pregunto, si el 2023 va a ser un año de crisis, ¿los años anteriores qué han sido?

¿Acaso fue normal el 2020, con el COVID y sus efectos, desde el confinamiento al miedo, lastrando la actividad económica y reduciendo la cadena de suministros, con precios sanitarios y productos de primera necesidad subiendo por la escasez?
Posiblemente, el año 2021, el año del gran intervalo de Filomena, con la recuperación lastrada por la falta de suministros acumulada, el incremento de los precios agregado, huelgas, en especial en transportes, el bloqueo del canal de Suez, etc., fuese un año normal.
O quizás los años transcurridos entre el 2008 y el 2019 fuesen años normales, con altas tasas de paro acumuladas y economías débiles, carentes de consolidación y actividad, anotando comparativas débiles de ocupación laboral y económica en relación con el 2007, años de grandes déficits y pérdida de perfiles cualificados que lastró la capacidad de oferta de las empresas y la demanda agregada, llevando a muchas compañías a su desaparición.
Pero este año 2022 igual ha sido normal, con la inflación creciendo sin control entre los efectos de la falta de suministros mantenida, la guerra de Ucrania y los precios de la energía sin control. Menos mal que van a subir los tipos de interés para frenar la inflación, eso nos dará un respiro.
¿Es la inflación consecuencia de economías recalentadas con una demanda desbocada, cuando los consumidores deciden no encender la calefacción, reubican su cesta de la compra en el supermercado a productos congelados y las empresas tienen que intentar producir sin perder dinero? NO.
Empero, tarde o temprano se tratará de parar la guerra y poder reactivar la cadena de suministro global, y se bajarán los tipos, tras esperar un tiempo prudencial para consolidar la reanudación de una actividad productiva y no especulativa. Por otro lado, la caída de la actividad económica producirá una tendencia a la reducción de precios, cuya elasticidad dependerá del restablecimiento sostenido de la cadena de suministros, de otro modo, los precios pueden tornarse estables, aunque simplemente se mantengan elevados.
En definitiva, tengámoslo claro, en el 2023 el mundo es ya, desde hace tiempo, un mundo complejo, no es coyuntural. No es una crisis la del 2023, es un mundo en evolución, en cambio. La reducción paulatina del comercio mundial, el aumento previsible del proteccionismo, el retroceso de la globalización… Se enfrentan a un mundo entrelazado, interdependiente en materiales, alianzas, y gestionado por tecnologías de información globales, en pleno impacto demográfico y climático planetario.
Es difícil analizar el escenario en que nos movemos, y tendemos a buscar por necesidad herramientas de estabilidad y de equilibrio que nos permitan identificar escenarios sencillos, pero en realidad tenemos un entorno en cambio acelerado, en plena evolución.
En Modular Home, la única constante ha sido siempre y es el cambio, la evolución, siempre hemos estado comprometidos con la investigación y la innovación, visualizando con antelación y aportando las respuestas a las necesidades del mercado, esa es la clave del éxito a lo largo de nuestra historia.
Las necesidades climáticas generan una necesidad y oportunidad para la sostenibilidad. Las tecnologías que producimos en Modular Home evolucionan para crear liderazgo en los cambios, mejorando la respuesta en materiales, en sus cualidades y propiedades, incorporando nuevos materiales de construcción, más sostenibles, reduciendo la producción de CO2 y los residuos, es decir, la bioconstrucción. Generando de manera constante avances tecnológicos que nos permiten trabajar para reducir los costes de producción y mejorar la calidad, trazabilidad, durabilidad, diseño y habitabilidad de las viviendas.
Nuestro compromiso con la sostenibilidad se ha ampliado trabajando con más y nuevos biomateriales que expresan nuestro anclaje con la economía circular, el aprovechamiento de excedentes en el reciclaje de materiales, la integración de la economía y productores agrarios locales; la economía industrial, la investigación e innovación tecnológica y digital, en definitiva, la generación de empleo y de economía local y global, para conseguir la mejor aportación al consumidor y al mercado.
Y es que el desarrollo tecnológico y global no se puede alcanzar sin aportar esfuerzo local, trabajo y compromiso con la inversión en investigación y desarrollo tecnológico, en el uso de las políticas de control de calidad, con el compromiso y la colaboración entre consumidores y proveedores, para transmitir la confianza que la experiencia y el liderazgo de Modular Home aportan al mercado con visión de futuro. En años como este, no es sencillo, pero hemos seguido contando con la confianza de ellos cuando nos hemos tenido que adaptar, todos, a un escenario tan complejo como el que nos ha tocado vivir.
El año 2023 y el impacto de la inflación pasarán, otros años volverán y la profesionalidad de Modular Home ha estado presente en las coyunturas positivas y en las complejas, siempre en la transmisión de información veraz y eficiente. Los años de falta de demanda o de exceso de consumo, de falta de suministros, de saltos tecnológicos, también se sucederán. Pero Modular Home está presente en el mercado de la producción de vivienda industrializada con un fuerte posicionamiento y compromiso de calidad, en el liderazgo de la aplicación de tecnologías industriales de vanguardia y, en especial, en la investigación y aportación de biomateriales: materiales de la más alta calidad, de máxima eficiencia energética, reciclables y sostenibles, porque estamos determinados a aportar al mercado de la construcción calidad, utilidad, confort, diseño y precios cada vez mejores.
Modular Home aportará su tecnología propia, además de forma global, expandiendo sus fronteras a Estados Unidos y en Europa. Por supuesto, seguiremos acompañando el crecimiento de nuestros clientes y proveedores en España. En 2023 vamos a seguir construyendo viviendas unifamiliares y también en altura. Vamos a construir residencias, naves industriales, edificios de oficinas, etc. Pero, sobre todo, vamos a construir con quienes nos acompañan una cultura de confianza y de compromiso, dentro de este devenir global cambiante. Vamos a seguir aportando productos sostenibles que generarán empleo local y global, trabajando con consumidores, agricultores, ingenieros, proveedores e instituciones.

El futuro es apasionante y Modular Home apuesta por él.
    

Alberto Bermejo
CEO - Modular Home