Hofrical

HOFRICAL destaca por su ingeniería propia, soluciones técnicas eficientes y compromiso con la sostenibilidad, mirando hacia un futuro de innovación y expansión geográfica

HOFRICAL, con más de 25 años de experiencia, lidera en refrigeración, climatización industrial y energías renovables. Ofrece soluciones técnicas eficientes, destacando su ingeniería propia y personal cualificado. Su objetivo es satisfacer clientes, mantener ventaja competitiva, expandirse geográficamente y fomentar empleo e innovación, garantizando alta calidad y eficiencia energética en sectores como el industrial, alimentario, sanitario y químico. Conversamos con Pedro Pérez, su director general.

Se habla mucho de la falta de trabajadores cualificados en los sectores tecnológicos emergentes, pero el de la refrigeración está a la par, ¿verdad?

Cierto, es un problema cada vez mayor y evidente: la falta de profesionales con conocimientos específicos en áreas de termodinámica, electricidad, electrónica y mecánica limita el número de candidatos capacitados para su incorporación. Este es un sector con poca visibilidad y conocimiento público sobre las oportunidades de empleo en frío industrial y climatización, lo que dificulta atraer a jóvenes y nuevos profesionales. Además, esta situación se agrava con el envejecimiento de muchos trabajadores actuales, sin un reemplazo generacional suficiente.

¿Cuáles son los principales retos del sector?

El principal reto en el sector es reducir el impacto ambiental de los refrigerantes debido a su alto potencial de calentamiento global, que también afecta a la capa de ozono. Ya se lleva tiempo trabajando en ello, y cada vez es más común el uso de gases naturales como el CO2 (R744), amoníaco (R717) y propano (R290). Sin embargo, existe cierta incertidumbre a nivel regulatorio, ya que muchos sistemas de refrigeración actuales no son compatibles con los nuevos refrigerantes debido a sus propiedades (presión, temperatura de funcionamiento, toxicidad). Las empresas debemos decidir entre actualizar sistemas existentes o reemplazarlos, lo que puede ser costoso y requiere formación técnica adicional. También hay que tener en cuenta que una transición apresurada a refrigerantes alternativos que disminuyan la eficiencia energética podría incrementar el consumo eléctrico, contrarrestando los beneficios ambientales.