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El continuo proceso de digitalización ha convertido a la nube en el mejor aliado para la gestión del dato

Aunque el concepto Transformación Digital se ha extendido de manera transversal entre empresas y administraciones en la última década, la Inteligencia Artificial es la tendencia tecnológica que está acaparando el protagonismo en los últimos meses. Como explica Nieves Franco, CEO de la empresa tecnológica Arsys, “estamos viendo innumerables avances alrededor de la Inteligencia Artificial pero todos ellos tienen su origen en la propia evolución que está experimentando la gestión del dato, que permite a los sistemas informáticos aprender, tomar decisiones o generar contenido de forma autónoma”.
Debido a este proceso de digitalización, el volumen de datos que gestionan las empresas está creciendo a un ritmo vertiginoso, alrededor del 25% interanual. Se espera que supere los 200 zettabytes en 2025, una capacidad equivalente a 200 billones de GB por utilizar una unidad de medida a la que estamos más acostumbrados a nivel doméstico.
La Inteligencia Artificial, además, no trata exclusivamente de almacenar el dato, sino también de saber aprovechar al máximo todo su potencial, lo que también implica una una mayor capacidad de cómputo para convertir el dato en un beneficio tangible para el negocio. “Requiere más que un disco duro, se necesita estructura, análisis, modelos, entrenamiento… Se trata de extraer una información cualitativa que represente con la mayor precisión los conceptos que manejamos en el mundo real”, explica la directiva, que considera que el dato se ha convertido en el “activo más valioso del negocio y en el motor más eficiente para impulsar la competitividad, así que su gestión está adoptando un papel estratégico en cualquier plan de negocio y expansión”.
    

La suma de dos tecnologías disruptivas

Ante semejante reto, cada vez más organizaciones recurren a proveedores externos como Arsys para avanzar más rápido en su digitalización y optan por modelos para gestionar su infraestructura tecnológica que les permitan la mayor adaptación y flexibilidad, como el cloud computing. “Diseñamos y gestionamos nubes a medida de las necesidades más concretas que tienen las empresas en su digitalización, porque la auténtica Transformación Digital es la suma de tecnologías tan disruptivas como la Inteligencia Artificial y el cloud computing”, afirma Nieves Franco.
Desde 1996, Arsys acompaña a las empresas españolas en su Transformación Digital y gestiona sus datos con las más elevadas garantías de seguridad, disponibilidad y confidencialidad. En sus primeros años de vida, que coinciden con los inicios de esta revolución digital, lo hacía a través de servicios de presencia web, y desde 2010, como pionero europeo en servicios personalizados de infraestructura cloud computing. Soluciones tecnológicas que actualmente la compañía presta desde ocho centros de datos en España, Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, con una plataforma de más de 160.000 servidores virtuales y un equipo de más de 400 personas en oficinas en Logroño, Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao y Valencia.
Su especialización y capacidad tecnológica, además de la solidez empresarial, ya que forma parte del grupo IONOS, un gigante europeo tecnológico que cotiza en la bolsa de Frankfurt con una facturación anual de 1.300 millones de euros, ha convertido a Arsys en el proveedor de referencia en el mercado español a la hora de desplegar soluciones empresariales de infraestructura cloud que permitan adoptar las tendencias tecnológicas más innovadoras.
    

La soberanía del dato

Aunque el auge de las aplicaciones de Inteligencia Artificial ha subrayado el valor del dato en los planes estratégicos de las empresas, también está planteando nuevos interrogantes sobre cómo gestionar la información. Y uno de los más críticos es el cumplimiento normativo, las leyes y normas que afectan a los datos, lo que se denomina la soberanía del dato. “Es un asunto prioritario para cualquier organización, porque en los procesos de Transformación Digital la soberanía del dato se ha convertido en la soberanía del negocio”, afirma Nieves Franco.
Esta realidad, unida a una mayor madurez en los procesos de digitalización, está llevando a cada vez más empresas y administraciones a combinar plataformas y nubes distintas, sobre distintas tecnologías y proveedores, con la complejidad técnica y normativa que esto supone. Sin embargo, es la nube la que tiene que adaptarse al negocio y no el negocio a la nube, lo que pasa por evaluar los requisitos de cada proyecto, planificar la migración, tener la posibilidad de elegir entre distintas tecnologías y plataformas, garantizar la interconexión entre los sistemas y, por supuesto, facilitar el cumplimiento normativo y la gobernanza del dato.
Como resume la directiva de Arsys, “una solución tecnológica que le vale a una empresa no tiene por qué valerle a otra porque cada empresa afronta su propia Transformación Digital. Lo más importante es simplificar al máximo todos los procesos relativos a la gestión técnica y de capacidad del dato y que las empresas cuenten con al menos un proveedor que esté sujeto a su misma normativa, que les ayude a cumplir su propia regulación, y sean conscientes de qué datos se despliegan en qué proveedores”.
La soberanía del dato es un elemento determinante en el desarrollo de la Economía del Dato, el modelo económico que está impulsando la Unión Europea para modernizar el tejido empresarial en Europa. Lo está haciendo a través de iniciativas como el proyecto europeo Gaia-X, en el que Arsys participa, que trasladan al mercado digital los principios inherentes a la identidad europea y determinantes en materias como la privacidad y la protección de datos, pero también en otros aspectos como la interoperabilidad, la conectividad, la portabilidad, la equidad o, incluso, la eficiencia energética.