ACORDE

ACORDE celebra este año el vigesimoquinto aniversario de su creación convertida en uno de los actores principales en el segmento premium dentro de la radiofrecuencia a nivel global.

La compañía nació en 1999 en el seno de la Universidad de Cantabria a partir de una petición de Indra, que quería emplear tecnología española para los terminales de comunicaciones por satélite del Ministerio de Defensa, sustituyendo los amplificadores de potencia de radiofrecuencia (RF) estadounidenses. “La Universidad de Cantabria hizo el diseño y, cuando fue necesario hacer el desarrollo e industrialización para fabricar, se constituyó la empresa, dando empleo a investigadores y alumnos egresados de la Universidad”, explica Manuel Lobeira, CEO de la compañía.

Una estructura sólida

Actualmente, el equipo de ACORDE está compuesto por más de 55 profesionales con formación en los campos de las telecomunicaciones, la electrónica o la mecánica, y con una especialización que va desde la Formación Profesional de Grado Superior hasta el Doctorado.

A nivel de instalaciones, la sede de la empresa se encuentra en Santander, donde dispone de unos modernos laboratorios equipados con puntera instrumentación para la caracterización de los subsistemas de RF que diseña y fabrica, incluyendo potentes cámaras climáticas, mesas de vibraciones o un centro de mecanizado para producir elementos mecánicos en las etapas iniciales de los proyectos. Además, los profesionales de la empresa cuentan con amplio abanico de herramientas de software para simulación electromagnética, simulación térmica o diseño de PCBs.

Valor añadido, presencia global

A lo largo de estos 25 años, la compañía ha logrado que la presencia de sus equipos sea global. “Nuestros productos están operativos en los seis continentes, ya que hasta en la Antártida hay sistemas que emplean la tecnología de ACORDE. Algunos de los últimos equipos producidos incluso saldrán de la Tierra, ya que forman parte de unas pruebas que se realizarán en la Luna”, cuenta Lobeira.

Para lograr ese objetivo, la compañía ha apostado por una filosofía basada en ofrecer al sector de defensa y aeroespacial dispositivos de alta fiabilidad y robustez, un tamaño compacto y unas muy altas prestaciones que han conseguido posicionar a ACORDE como uno de los principales actores del segmento premium de la radiofrecuencia a nivel mundial.

No es extraño que, como afirma Manuel Lobeira, ACORDE se dirija a un perfil de cliente muy exigente. “Colaboramos para grandes integradores de sistemas que trabajan para los Ministerios de Defensa de los países OTAN. Se trata de clientes que necesitan subsistemas de altísimas prestaciones para integrar en sus soluciones de comunicaciones o guerra electrónica que luego integrarán en estaciones remotas, en equipos portables por la infantería, en vehículos terrestres, buques o aviones”.

Adicionalmente, ACORDE trabaja también con Agencias Espaciales y grandes consorcios internacionales en misiones científicas, así como con operadores satelitales del ámbito civil que necesitan soluciones para sus nuevas constelaciones.

Ventaja competitiva

A la hora de explicar las diferencias de ACORDE con sus competidores, desde la compañía se alude a la agilidad y flexibilidad para acometer diseños a medida, ya que algunas de ellas son grandes empresas a las que les cuesta adaptarse a los entornos cambiantes de los desarrollos a medida. “Nuestra oferta también es más amplia, pues hemos sido capaces de incorporar equipos de recepción, mientras que la gran mayoría de los demás proveedores sólo cuenta con equipos para transmisión. Finalmente, destacaría nuestra ubicación geográfica, ya que, dentro del segmento premium de la RF, nuestros competidores son empresas estadounidenses”, afirma el CEO de ACORDE.

Otro de los elementos clave para el crecimiento de la empresa ha sido la innovación. “A medida que crece la necesidad de datos en tiempo real y el volumen de los mismos, se van saturando las bandas de frecuencia existentes y se hace necesario el desplazarse a nuevas bandas en frecuencias superiores, por lo que la evolución de los diseños ha de ser constante. Además, cada día hay nuevas plataformas (aviones no tripulados, nuevos cazas de combate, nuevas constelaciones de baja órbita) que requieren diseños a medida específicos muy demandantes, para los que hay que idear soluciones innovadoras empleando los últimos avances tecnológicos. Un auténtico desafío”, sostiene Lobeira.

Perspectivas

Para los próximos años, ACORDE trabaja en el desarrollo de una nueva línea embarcada para aeronáutica, tanto para aeronaves tripuladas, como no tripuladas, dentro de los grandes programas europeos en marcha. También forma parte del proyecto que va a desarrollar los dos radiotelescopios más grandes de mundo, que se ubicarán en Australia y Sudáfrica, para intentar descubrir el origen del universo.

“Después de haber participado en los programas de PAZ y SpainSat NG, el desarrollo de nuevos productos para espacio, tanto para constelaciones LEO, como para órbitas superiores, está también en nuestra hoja de ruta; sin olvidar el seguir desarrollando subsistemas de altas prestaciones para que los integradores de Defensa puedan suministrar soluciones competitivas para todos los programas satelitales y de guerra electrónica existentes en el mundo”, concluyen desde la empresa.

Por otro lado, ACORDE tiene previsto potenciar una segunda línea de negocio, con marca propia, orientada a la electrónica para monitorización industrial, de transporte marítimo o de plantas de energías renovables. Se trata de una línea en la que llevan ya varios años desarrollando soluciones innovadoras para algunas grandes empresas, por lo que el próximo paso es ofrecer esas capacidades al resto del mercado.