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Bienestar y empresa: ¿antagonistas o compañeros de viaje?
El bienestar, en su conjunto, promueve una vida plena y satisfactoria, mejorando la calidad de vida y el rendimiento en todos los aspectos

Versión online o papel publicada por el medio en su página web o tirada nacional
El bienestar se podría entender como un estado integral de equilibrio en la vida de una persona que abarca cinco dimensiones: física, mental, emocional, social y financiera. Pero, ¿cómo se traduce esto al mundo de la empresa?
Pongamos, antes, unos datos sobre la mesa. Si analizamos la situación actual de las organizaciones en España a través de algunos datos, como los del reciente informe Salud 2023: Estado de la Salud Laboral en las Empresas: En él vemos que el 36% de los españoles asegura que su estado de salud, tanto físico como mental, ha empeorado en el último año; que 1 de cada 3 españoles ha pensado en dejar su trabajo durante el último año por cuestiones de salud, siendo el estrés (llamado enfermedad del siglo XXI) uno de los principales problemas de salud, ya sea por excesivas cargas de trabajo, la falta de motivación o un ambiente tóxico.
Otro dato interesante del también reciente informe HP Work Relationship Index es que solo el 20% de los trabajadores cualificados o del conocimiento tienen una relación sana con el trabajo en España, que se sitúa entre los países con la relación menos saludable con el trabajo, solo superado por Japón.
Bienestar y empresa
“Desde BTS entendemos que el bienestar de los empleados es fundamental para el éxito y la productividad de una organización. Esto hace que el bienestar sea actualmente una parte clave de la estrategia y gestión de recursos humanos de muchas organizaciones para mejorar la productividad y la retención del talento a través del ánimo y compromiso de las personas”, afirma André Ribeiro, Senior Vice President y Head de Iberia en BTS. Dicho esto, la pregunta es clara: ¿qué deben hacer las organizaciones para mejorar el bienestar de sus empleados?
Bien es cierto que el bienestar físico, mental y financiero están en la agenda de la mayoría de las organizaciones de referencia que buscan promover el equilibrio y la satisfacción de los empleados en estas áreas, creando, por ejemplo, entornos de trabajo ergonómicos o programas de salud y bienestar; ofreciendo apoyo para la salud mental y capacitación en habilidades de gestión emocional o proporcionando educación financiera, beneficios económicos y programas de compensación competitivos que den seguridad financiera a los empleados. “Las grandes áreas de oportunidad están en el bienestar emocional y social, que son más complejas de trabajar al estar basadas en relaciones humanas, cuyo cambio exige empezar por cambiar mentalidades profundamente arraigadas para promover la adopción de nuevas formas de ser, estar y relacionarse, a nivel de líderes y pares”.
Digitalización y bienestar
Si algo de bueno nos dejó la pandemia, fue el recordatorio de que el bienestar es clave y está en el centro de la operación de todas las organizaciones. Pero también trajo una aceleración de la digitalización, que está tensionando las organizaciones y disrumpiendo sus formas de operar, aumentando la expectativa de conexión y el sentido de omnipresencialidad del trabajo. Esto exige un liderazgo más consciente para ganar con nuevas formas de trabajar y entregar resultados, y a la vez mitigar el impacto negativo en el bienestar de las personas. “Por ello, en BTS estamos poniendo foco en el desarrollo de líderes preparados para ese liderazgo, apoyando a organizaciones de referencia en la mejora del bienestar emocional y social, a menudo olvidados (como refuerza el dato de que 9 de cada 10 trabajadores afirman no recibir ningún tipo de apoyo emocional por parte de su empresa, mientras que sólo 6% recibe apoyo por parte de su mánager en reuniones 1 a 1). Este liderazgo implica muchas veces un regreso a los fundamentos del líder como coach”, explica Ribeiro.
Pero las herramientas digitales también pueden desempeñar un papel fundamental en la mejora del bienestar en una empresa al facilitar el acceso a recursos y soluciones que promueven el equilibrio y la satisfacción de los empleados. “Por un lado, están las plataformas de salud y bienestar para ayudar a mantener un estilo de vida saludable, las plataformas de gestión del tiempo, teletrabajo y flexibilidad para ayudar a mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, las redes sociales internas para fomentar la colaboración, el apoyo mutuo y la construcción de relaciones, o los programas de educación financiera para mejorar el bienestar financiero de los empleados. Por otro lado, están las herramientas y sistemas de feedback y análisis de datos que pueden ayudar a la empresa a identificar tendencias y áreas de mejora en el bienestar de los empleados, su engagement, productividad y nivel de contribución”, detalla André.
Pero, sin lugar a duda, la gran revolución entrará con la inteligencia artificial en el contexto del trabajo cualificado o del conocimiento. “Se está abriendo todo un mundo de posibilidades para tareas repetitivas y de análisis de datos, por ejemplo, automatizando tareas rutinarias y tediosas, reduciendo la carga de trabajo de los empleados, aumentando la velocidad de la información, y ayudando a disminuir el estrés y aumentar la satisfacción laboral. Estas herramientas tienen mucho potencial para aumentar el bienestar de los empleados”, concluye André Ribeiro.
La cultura del aprendizaje
El contexto actual de cambio acelerado exige procesos de upskilling y reskilling eficaces, basados en un ecosistema de aprendizaje como fuente de ventaja competitiva sostenible.
Dicho ecosistema debe evitar una aproximación al aprendizaje altamente controlada, programática y estructurada. Al revés, debe estar basado en los principios de flexibilidad y personalización, y debe aspirar a mucho más que formación. Debe aspirar a la preparación de los equipos de trabajo, ayudando a las personas en su adaptación a entornos cambiantes, e impulsando una cultura de aprendizaje a nivel individual y organizacional.
La clave está en trabajar en equilibrio 3 elementos para facilitar la transferencia de conocimiento: contenido, contexto y comunidades. Contenido hoy en día no es un problema con la explosión de bibliotecas de recursos como LinkedIn Learning, el reto está en que se usen esos recursos. Por ello, la clave está en reducir el ruido y proporcionar el contexto en el que se puede aplicar el contenido en la cadencia operativa de la organización, así como facilitar la conexión entre compañeros lidiando con retos similares para promover el diálogo y la práctica.