Prismab

Prismab
Tecnología para un riego inteligente
Antonio Pastor
Socio fundador de Prismab
En España, el 90% del agua disponible se destina a la agricultura de regadío, existiendo más de 15 millones de hectáreas cultivables, casi un tercio del territorio español. Nos lo explica Antonio Pastor, socio de Prismab, poniéndonos sobre la pista de la importancia que, en este contexto, adquiere la gestión eficiente del agua de riego.
Atendiendo a ello, su empresa ha desarrollado una solución tecnológica que permite monitorizar los principales parámetros que necesita el agricultor para llegar a una agricultura inteligente, orientada a un ahorro de costes.
El agua es un recurso prioritario en agricultura… ¿La clave está en cómo utilizarla de forma más eficiente?
Claro pero, para poder utilizarla de forma más eficiente, primero hay que medir cómo se está utilizando. La información basada en datos es clave para la toma de decisiones, algo habitual en el sector industrial, donde todo se monitoriza. En cambio, en agricultura, no se mide algo tan fundamental como la cantidad de agua disponible en el suelo. En un sector tan tradicional, solo los grandes productores pueden acceder a estas tecnologías. Y en España, el 70% del terreno productivo está en manos de pequeños agricultores y Pymes.
¿Prismab hace accesible este tipo de tecnología al pequeño agricultor?
Totalmente, por eso, aprovechando nuestra experiencia previa en tecnología para el hogar digital, hemos desarrollado Prismab, que permite gestionar de forma más eficiente el regadío, lo que al cabo del año puede suponer un ahorro de unos 9000€ en agua, una reducción de costes muy importante porque el pequeño agricultor se mueve en un entorno muy competitivo, en el que los márgenes lo son todo.
¿En qué consiste Prismab?
Prismab es una solución tecnológica que mide los principales parámetros agronómicos de la forma más accesible y económica posible. Consiste en una red de sensores que permite monitorizar en tiempo real los valores más importantes para el agricultor, como la cantidad de agua en suelo, la salinidad o la temperatura del suelo, entre otros. Los sensores se entierran y se conectan a un transmisor que envía la información a Internet y el agricultor, mediante una aplicación web, puede acceder a todos los datos que han registrado, desde cualquier dispositivo conectado a la Red. Prismab tiene además un sistema de alertas, envía notificaciones y permite consultar el histórico de registros.


¿Qué ventajas aporta? Se ha referido a un importante ahorro de costes…
La información que aporta Prismab permite regar de forma más precisa, aportando a los cultivos el agua que necesitan en su justa medida, lo que puede reducir hasta un 30% el consumo. También puede contribuir a mejorar la producción: el agua, por exceso o por defecto, puede estropear una producción. Y además ayuda al agricultor a tomar otro tipo de decisiones en función de la salinidad del suelo y su temperatura.
¿Qué aceptación está teniendo Prismab entre los pequeños agricultores españoles?
Muy buena. La solución está disponible desde septiembre de 2018 y, desde entonces, ya hemos instalado más de 200 Prismab, principalmente en las zonas de Levante, Murcia y Andalucía, que es donde se concentra el grueso de la agricultura en nuestro país. El objetivo es instalar más de 1000 sensores Prismab en un año, lo que nos situaría como líderes en integración de este tipo de tecnología en España. En este sentido, acabamos de cerrar una ronda de inversión que nos va a permitir llevar nuestros sensores a mucha más gente. En Prismab estamos siendo testigos de un cambio de mentalidad hacia una agricultura inteligente y el primer peldaño somos nosotros: el 90% de los usuarios de Prismab nunca antes habían utilizado tecnología aplicada al campo.
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