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Grupo de Investigación en Prehistoria de la UPV-EHU

20 Nov, 2018 | I+D+i, Investigación y desarrollo noviembre 2018 Mundo

Excavación de la cista de Ondarre (Sierra de Aralar)

“La arqueología actual no se entendería sin una visión interdisciplinar”

 

Javier Fernández Eraso

Responsable del Grupo de Investigación en Prehistoria de la UPV-EHU

 

El Grupo de Investigación en Prehistoria de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) se puso en marcha en 2002 con la intención de conocer con mayor profundidad las sociedades humanas en el área geográfica que une la Península Ibérica con el continente europeo. Para conocer cuál es la fotografía actual del grupo, hablamos con Javier Fernández Eraso, catedrático e investigador principal y con Álvaro Arrizabalaga, catedrático y miembro del grupo.

¿Cuál es la actividad del grupo que dirige?

La misión de nuestro grupo es profundizar en el conocimiento de las sociedades humanas prehistóricas en una región clave europea, la confluencia entre la Península Ibérica y el resto de Europa. Para cumplirla, es necesario acometer una serie de objetivos más precisos, modulados de acuerdo a un marco extraordinariamente dinámico, la actividad arqueológica en el siglo XXI.

 

¿Cuál es la estructura del grupo para abordar todas esas áreas?

Actualmente, el Grupo de Investigación en Prehistoria está integrado por 27 miembros, 14 de los cuales son doctores. Desde la primera evaluación que se le realizó, el grupo cuenta con la máxima cualificación, que nos ha convertido en una referencia en nuestro medio regional y en nuestro ámbito temático. Esto ha sido posible, entre otros factores, gracias al alto nivel de interdisciplinariedad de la arqueología referida a la prehistoria, donde los profesionales debemos mantener un contacto fluido con especialistas en áreas tan diversas como la física, la ingeniería, la biología molecular, la antropología biológica, la genética, la paleontología, las neurociencias, la química analítica o la petrología.

 

Algo que refleja que la arqueología ha evolucionado mucho…

Así es, Hasta el punto que no se entendería sin esa visión interdisciplinar que, en nuestro caso, se realiza en forma de trabajo en red con otros grupos, tanto de nuestra propia universidad como con centros de investigación nacionales e internacionales. En el primer caso, mantenemos una estrecha colaboración también con los Servicios Generales de Investigación de la UPV, como el Banco de ADN, el Servicio Central de Análisis o el de Cartografía digital y SIG.

Restos humanos del corredor del dolmen del Alto de la Huesera (Laguardia-Álava)

¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?

Trabajamos en el campo de la arqueología prehistórica, la gestión del patrimonio cultural, los controles de obra y los estudios paleoambientales y arqueobotánicos. En la práctica, nuestras principales líneas de investigación están relacionadas con el estudio de la Prehistoria en el marco de las sociedades cazadoras-recolectoras del Paleolítico, en las primeras sociedades productoras, que se dieron en el Neolítico. También trabajamos en la reconstrucción paleoambiental a partir de diferentes aproximaciones analíticas y en la expresión gráfica y simbólica en el pasado, es decir, en el arte prehistórico.

 

Líneas que se traducen en proyectos…

Durante los últimos seis años nuestros investigadores lideraron un proyecto ERC (el PALEOPLANT, dirigido por Lydia Zapata, prematuramente concluido por el lamentable fallecimiento de nuestra compañera), un proyecto vinculado a la convocatoria INTERREG y hasta cinco proyectos de Excelencia del Conocimiento del Plan nacional. Además, hemos participado en otros cinco proyectos de esta misma convocatoria y hasta dieciséis proyectos más, habitualmente por menor cuantía, de rango autonómico o local (como las campañas de excavación programada). Merece ser destacada la dirección por nuestro compañero J.A. Sáenz de Buruaga de la documentación del Patrimonio arqueológico de la República Árabe Saharaui Democrática, que se prolonga ya más de diez años, con el apoyo del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.

Excavación de Lezetxiki en los niveles basales (215.000 años)

¿De qué forma se relaciona el Grupo con el ámbito docente?

Además de la vinculación a diferentes Grados de la Universidad del País Vasco, tenemos una importante responsabilidad en el “Máster en Cuaternario: Medio ambiente y huella humana”, que cumple este año su décima edición. Pero, más allá del Máster, es importante también la producción de conocimiento, tanto en el marco de las tesis doctorales (se han defendido 10 en los últimos 6 años) como en el de las casi 300 publicaciones difundidas en revistas internacionales indexadas y de alto impacto. Más concretamente, cuatro de estos artículos se refieren a colaboraciones entre grandes equipos internacionales publicados en la revista Nature, y dos más, en Nature Scientific Reports.

 

¿Cuáles son los retos de futuro del grupo que dirige?

A corto plazo, registramos aún bastantes dificultades para encontrar financiación pública suficiente del trabajo de campo y algo menos para el trabajo de laboratorio. Por eso, a los nuevos proyectos de prospección, sondeos y excavaciones, sobre todo en Euskadi, sumamos otras iniciativas para explotar los resultados de las actividades de campo de la última década.

Los dos proyectos del Plan Nacional en vigor en este momento se centran en la movilidad y territorialidad de los cazadores-recolectores paleolíticos en nuestro ámbito regional y están produciendo interesantes resultados. Entre ellos, la localización y estudio de cinco nuevas cavidades con arte rupestre paleolítico en el territorio de Gipuzkoa. Un segundo perfil de actividad del grupo se relaciona con la comprensión del proceso de neolitización y otra serie de cambios culturales, económicos y sociales sobrevenidos a raíz de la extensión de la economía productiva en la región. El descubrimiento y excavación de nuevos yacimientos, la reexcavación de otros ya conocidos y el análisis detallado de sus materiales y muestras ha permitido dar un vuelco a nuestro conocimiento sobre estos grupos durante las dos últimas décadas, incluyendo sus comportamientos funerarios y la extensión del megalitismo como nuevo uso simbólico. Nuevamente, la construcción de un discurso renovado respecto a lo que se venía aceptando para estos periodos está basada en múltiples y precisas dataciones y analíticas exhaustivas (Palinología, Micromorfología, estudio de fitolitos, carbones, todo tipo de restos faunísticos…) que son fruto de esa visión interdisciplinar que le comentaba.

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