Charly Relaño

“La clave del éxito está en ayudar a los demás a lograr su propio éxito”
Charly Relaño
asesor, formador y mentor
Coaching, Mentoring… En un sector en el que todo se etiqueta, al final, el valor diferencial entre conceptos lo viene marcando el enfoque de cada persona. Es el caso de Charly Relaño, empresario desde que recuerda y en los últimos años formado en sistemas de Network Marketing y desarrollo personal. Es precisamente su bagaje profesional y su recorrido como empresario lo que, unido a sus certificaciones como “líder de líderes”, le permiten trabajar hoy acompañando a emprendedores. Porque nadie puede enseñarte algo que no haya vivido. Nadie puede guiarte por un camino que no haya recorrido antes, aprendiendo tanto del éxito como del fracaso.
Qué lleva a Charly Relaño a interesarse por el desarrollo personal?
Siempre digo que hay dos nacimientos en la vida: uno el momento en el que naces y otro aquel en el que comprendes qué haces aquí. A mí lo segundo me ocurrió a raíz del fallecimiento de mi padre. Ese golpe a nivel personal me hizo reflexionar en torno a qué quería hacer en esta vida y descubrí la vocación de enseñar a los demás a emprender en base a mi propia experiencia, actuando como un mentor-coach. Aprendí que la clave del éxito está en ayudar a los demás a lograr su propio éxito.
Actuando como un mentor-coach…
Sí. El Mentoring requiere de la experiencia necesaria para demostrar que lo que puedes enseñar antes lo has hecho tú, pero además necesita que se apliquen conocimientos específicos, como herramientas de coaching y PNL, que permitan al cliente conseguir aquello que se proponga. En mi caso, me apoyo además en la hipnosis -en mi concepto de Hipnoempowerment- como método por el cual desarrollar nuestro máximo potencial. Todo está en nuestro interior, por lo que si queremos avanzar en pos de nuestro éxito y felicidad debemos localizar todo lo que hemos aprendido, experimentado y oído a otros y empezar a sacarle provecho. En base a todo ello, mi propuesta es una vuelta de tuerca más, basada tanto en mi experiencia personal y profesional como empresario, como lo aprendido en la universidad y en estos años de formación en materia de desarrollo personal. Porque para emprender hay que tener claro el proyecto pero también debe ser correcta la preparación y la actitud…
¿El problema de un proyecto puede no estar en al idea en sí, sino en las personas?
Trabajando con emprendedores he comprobado que en más del 90% de los fracasos la culpa no había sido del proyecto sino de que la persona no estaba preparada para emprender. Y en esto hay algo muy cultural en España que marca: la gente está acostumbrada a conformarse con menos de lo que podría conseguir, a poner un precio a su vida, que es el de su sueldo y para emprender hay que cambiar eso. La realidad dice que el 98% de las start up fracasan en el dos primeros años de vida y no es únicamente porque los productos o los servicios que ofrecían fueran más o menos acertados sino porque ese emprendedor seguramente no había trabajado su desarrollo personal. Y es que no hay desarrollo profesional si no hay desarrollo personal antes. No se puede construir una torre sin los cimientos adecuados: hay que prepararse con inteligencia emocional y aplicando las técnicas adecuadas en el marco del mentoring y el coaching para que el proyecto vaya creciendo y para que el emprendedor desarrolle su resiliencia, aprendiendo a no rendirse ni siquiera ante al fracaso. Decía Edison “no fracasé, solo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”. Eso antes de llegar a la 1000, que era la buena. El éxito llega cuando antes te has equivocado. El miedo a equivocarse coarta la decisión de emprender y eso es un error porque del fracaso se aprende.
¿Emprender es una responsabilidad de todos?
Sin duda, el cambio que todos esperamos en la sociedad y en el mundo está en manos de los emprendedores. Un sueldo fijo da seguridad y cubre las necesidades básicas pero es importante también plantearse gestionar algo por uno mismo, como una fuente de ingresos añadida que poco a poco pueda dar un resultado y contribuir a que todo mejore. Y en ese camino es importante apoyarse en un mentor, en unos “hombros de gigante” con una experiencia demostrable, base del mentoring, y las herramientas adecuadas para cubrir las necesidades de cada emprendedor.

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