OKSYGEN

Si practicas algún deporte habrás oído hablar de la oxigenoterapia. En los últimos años, clubs y deportistas de élite han popularizado su uso para la recuperación después de un esfuerzo físico. Pero el tratamiento médico con oxígeno tiene infinidad de aplicaciones en la medicina actual y ha demostrado un gran beneficio en las patologías oncológicas y los problemas de salud derivados de sus tratamientos.

La mayor ventaja de la oxigenoterapia es su carácter inocuo, pues no presenta efectos secundarios nocivos para la salud; su aplicación es tan sencilla como respirar el principal y único elemento de este tratamiento: el oxígeno.

Hablamos con el doctor Francesc Cobo, especialista en el campo de la Hematología y la Hemoterapia (rama que estudia las enfermedades de la sangre), sobre los beneficios de la oxigenoterapia aplicada en el tratamiento del cáncer. Además de su labor como médico, el doctor Cobo es reconocido por su investigación en el campo de la hemato-oncología -estudio, diagnóstico y tratamiento de afecciones sanguíneas derivadas de enfermedades oncológicas-. Actualmente compagina su labor como investigador con su trabajo asistencial en el centro Teknon y la dirección médica de la clínica Oksygen Experience en Barcelona.
    

El uso de la oxigenoterapia está cada vez más extendido por sus múltiples beneficios en el tratamiento y la recuperación de enfermedades, heridas, lesiones, incluso tratamientos estéticos, pero, ¿en qué consiste exactamente?

La oxigenoterapia o medicina hiperbárica es un tratamiento que se basa simplemente en respirar oxígeno a una presión más alta de la normal. Al aumentar la presión, se incrementa la cantidad de oxígeno que entra en el organismo, aumentado así su nivel en la sangre y los tejidos. Esto es la hiperoxigenación, que permite la llegada de oxígeno a aquellas zonas con déficit y/o mala circulación. Como resultado se produce un efecto antiinflamatorio, se mejora el sistema inmune y se aceleran los procesos de recuperación del cuerpo.
    

¿Todo esto hace el oxígeno?

Todo esto y mucho más. Piensa que el oxígeno participa en múltiples procesos bioquímicos, siendo el más importante el de la producción de energía para el funcionamiento de las células. El oxígeno actúa como “combustible” para llevar a cabo los procesos vitales. Este “combustible”, que obtenemos a través de la respiración, se distribuye por el cuerpo a través de la sangre. Normalmente, una afección implica una mala circulación sanguínea en esa zona, lo que impide la correcta llegada del oxígeno para la recuperación celular.
El incremento de los niveles de oxígeno en sangre aumenta la reproducción celular, fortalece el sistema inmunológico, mejora el sistema nervioso, reduce la presión sanguínea y mejora de la circulación, acelera el proceso de cicatrización, mejora la memoria, reduce varices y celulitis, favorece el sistema digestivo, mejora el metabolismo, regula el descanso, incrementa la producción de melanina, fortalece el cabello, mejora la piel… ¡y podría seguir!
    

Y sobre los efectos secundarios, ¿es la oxigenoterapia tan segura como parece?

Lo es. Digamos que la medicina hiperbárica es como un fármaco en forma de gas, el oxígeno. Un fármaco sin efectos secundarios nocivos, sin procesos invasivos ni dolorosos. Por supuesto, su administración siempre tiene que estar controlada por un profesional y bajo prescripción médica en los espacios habilitados para ello, las cámaras hiperbáricas.
    

Una de las aplicaciones de la oxigenoterapia es el ámbito de la oncología. Actualmente usted investiga sobre los efectos del cáncer en la sangre y sus tratamientos, ¿cómo puede el incremento de oxígeno en sangre ayudar a los pacientes de cáncer?

Una de las características de los tumores cancerígenos es lo que se conoce como hipoxia, trastorno que disminuye los niveles de oxígeno en el tejido afectado. Este es uno de los problemas más graves de los pacientes con cáncer, ya que favorece el desarrollo de los procesos tumorales como la angiogénesis, la infiltración y la metástasis. Además, la falta de oxígeno hace los tumores más resistentes a la radioterapia y la quimioterapia.
La oxigenoterapia administrada a pacientes con cáncer tiene el objetivo de revertir este proceso: proporciona el oxígeno que le falta al tejido y, así, incrementa la sensibilidad del tumor frente a la quimioterapia y la radioterapia, ayuda a modular el estrés oxidativo y alivia el dolor.
Además de actuar sobre el tumor, el incremento de oxígeno en sangre ayuda al sistema inmune de los pacientes y mejora su tolerancia a los tratamientos, facilitando y acelerando su recuperación.