Nantek

Nantek tiene previsto abrir su primera planta en 2023 y expandirse por el mundo en los siguientes años

En Nantek han desarrollado una tecnología basada en pirólisis que, junto al uso de nanoelementos, convierte el plástico en combustibles de segunda vida. “Con esto se elimina el problema del plástico y hacemos que, en lugar de enviarlo a vertederos o incineradoras, el plástico vaya a nuestras plantas de transformación, donde se convierte en nuevas materias primas, como hidrógeno y combustibles sintéticos, y cerramos su ciclo de vida, haciendo de ello una economía circular”, comenta Carlos Uraga, CEO y fundador de Nantek.
    

Una tecnología disruptiva… ¿el mundo está preparado?

Ahora sí. Hace años era más complicado porque, aunque la tecnología se podía haber desarrollado, el mercado no estaba preparado y la demanda no existía.
Hasta hace bien poco, las petroleras (industria de Oil&Gas) basaban el 100% de su materia prima en el crudo de petróleo. En los últimos años, sin embargo, es la regulación la que ha hecho que sean las propias petroleras las que introduzcan un porcentaje de materias de segunda vida para la producción de combustibles, ya que se les obliga por ley a esto, generando así que no todo provenga de crudo de petróleo (evitando sacar más petróleo o el uso de técnicas como el fracking), y ahí es precisamente donde entra nuestro producto. Generamos combustibles de segunda vida e hidrógeno, por lo que ahora estos productos sí tienen cabida en la necesidad de generación de la industria.
    

¿En qué momento os encontráis?

Nos encontramos a las puertas de construir nuestra primera planta productiva a gran escala. Esta planta servirá de muestra para la eliminación de 25.000 toneladas anuales de residuo plástico. Se situará en el Puerto de Bilbao, lugar donde recibimos plástico proveniente de varios puntos, y estará terminada para finales de 2023.
Una vez esté funcionando, esta es la planta que demostrará que se puede eliminar el residuo plástico con cero-contaminación y que ya no es necesario quemarlo o enviarlo a vertederos. Sobre todo, será el buque insignia que enseñará al mundo que el cambio ya es posible. Una vez instalada, por lo tanto, nuestro plan es replicar esta misma planta por todo el mundo y en tantos lugares como seamos capaces.
Es momento de evolucionar en todo lo que envuelve el reciclaje, y lo mejor es que lo estamos haciendo de un modo más económico, accesible y sostenible, eliminando a su vez la contaminación y las emisiones en el propio proceso de transformación.
    

¿Qué aceptación está teniendo en el mercado?

Está teniendo muy buena acogida. Lo estamos haciendo todo de forma sostenible y eso es algo que tanto la gente como las entidades y administraciones entienden y aprecian. Nuestro proceso no tiene emisiones, ya que es completamente cerrado, y de todo el plástico que entra, lo que sale es producto que se va a la industria de transporte o de Oil&Gas.
No queremos una solución rentable y escalable exclusivamente, sino que buscamos hacer el bien para el planeta y poco a poco esperamos llegar al punto de conseguir, no sólo generar cero-contaminación, sino además revertir el daño causado al medio ambiente en las últimas décadas. Nuestra intención es que transformemos todo el residuo plástico generado anualmente pero que, además, a futuro seamos capaces de destapar los vertederos y limpiarlos, generando productos con lo que hemos enterrado durante décadas.
Las empresas poco a poco se están adaptando a nuestra tecnología, y cada vez son más conscientes de la necesidad de hacer algo con sus residuos, de manera que cada vez ampliamos más el espectro de compañías que se suman a la economía circular.
    

¿Qué previsiones tenéis para el corto plazo? ¿Y el medio?

De momento estamos construyendo la primera planta productiva que servirá de muestra del funcionamiento y las capacidades de nuestra tecnología. Con esto enseñaremos al mundo que se puede generar una verdadera economía circular y revalorizaremos el residuo plástico en lugar de enviarlo a vertederos o a los mares y océanos.
A medio plazo, nuestra intención es replicar estas plantas productivas, no sólo en España, sino también en Europa y EEUU, lugares donde la infraestructura de recogida de residuos está lo suficientemente desarrollada, además de llevarlo a aquellos países en vías de desarrollo donde también confiamos en que tenga un impacto sustancial y su crecimiento sea imparable. Países de Asia o África ya nos están preguntando si podemos instalarnos allí, y nuestra intención es, por supuesto, llegar a ellos también.
    

¿Creéis que Nantek y su tecnología es la solución o “solo”, y remarco las comillas, parte de ella?

Nantek es una parte importante del camino hacia la sostenibilidad. Estamos creando el motor de lo que puede ser finalmente la solución al problema del plástico y a la economía circular.
Esto es sin duda un comienzo para que caminemos en la dirección adecuada para salvar el planeta y los ecosistemas de los residuos plásticos, pero, aun así, somos una parte del ciclo, no el ciclo completo en sí. Aún queda aún mucho camino por recorrer para cumplir la meta de ser 100% sostenibles y en este tienen que participar también las administraciones, los gestores de residuos, las industrias de Oil&Gas y transporte, etc.
No obstante, poco a poco vamos avanzando en esa dirección y esto es un buen comienzo. Por nuestra parte estamos haciendo todo lo posible, esperamos que cada vez más gente tome consciencia y sea cada vez mayor el apoyo a las empresas de sostenibilidad como nosotros.
Una vez consigamos llegar al punto de cero-plástico-a-vertederos, mostraremos al mundo que se puede eliminar el total del residuo plástico y así la gente verá que el plástico ya no es un problema, sino un aliado. Es en ese momento donde esperamos que todo el residuo plástico quede convertido en materias primas, y que, por lo tanto, empecemos a destapar los vertederos antiguos y a limpiarlos, revirtiendo el proceso de contaminación ya generada. Un sueño que esperamos poder llegar a ver con nuestros propios ojos.