INCLIVA

El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, es uno de los grandes focos de investigación sanitaria de nuestro país.

Con la máxima de hacer de puente entre el laboratorio y el paciente, INCLIVA centra sus esfuerzos en detectar las necesidades sanitarias de la sociedad a través de un contacto estrecho con los pacientes para poder dar solución a problemas reales. Conversamos con Andrés Cervantes, investigador, oncólogo y director general de INCLIVA.
    

¿Cuáles son las aportaciones de la investigación sanitaria a la sociedad?

El ejemplo más claro es si damos un salto atrás en el tiempo y nos situamos en los años 30 o en los 60, y vemos cómo estaba entonces nuestra salud y cómo está ahora. Y no hace falta ir tan lejos, de 1980 a 2000 la esperanza de vida media de los españoles aumentó en 11 años. O si miramos desde el año 1900, cuando la esperanza estaba en 43 años. Esto tiene una relación directa con la investigación y los avances que conlleva. Nuestra misión es mantener este flujo de trabajo, entregando a la sociedad innovaciones válidas para mejorar la vida de las personas.
Pero la proporción del PIB destinada a la investigación en nuestro país está muy por debajo de la de muchos otros países de la UE. Debemos reflexionar sobre el modelo que necesitamos, pero, si queremos hacer frente a problemas futuros, es necesario un buen tejido de investigación.
    

¿En qué ámbitos de investigación está trabajando actualmente INCLIVA y qué líneas de investigación se están
siguiendo?

Con respecto a la investigación clínica, tenemos áreas muy activas en diferentes ámbitos: cardiología, sobre todo en insuficiencia cardíaca y cardiopatía isquémica; endocrinología (diabetes e hiperlipidemias); nefrología, neurología, hematología y oncología. El año pasado se abrieron más de 170 ensayos clínicos nuevos en distintas disciplinas. Además, nuestra capacidad de reclutamiento de pacientes ha aumentado considerablemente a pesar de las condiciones adversas derivadas de la pandemia. Por ejemplo, en la unidad de fases I y terapia experimental de oncología, donde se estudian fármacos utilizados por primera vez en humanos y terapia celular, en 2021 participaron 120 pacientes nuevos, la cifra más alta en la trayectoria de esta unidad.
    

La mayoría de los investigadores de INCLIVA tienen un trato directo con los pacientes en sus consultas. ¿De qué modo incide en la investigación esa relación personal con los pacientes?

Así es, gran parte de nuestros investigadores también pasan consulta. Pero este contacto directo es indispensable en la investigación actual. No podemos quedarnos en el despotismo ilustrado: debemos trabajar para los pacientes y con los pacientes. Teniendo presentes sus opiniones, sus dudas y sus sugerencias. Si no es así, no podemos funcionar.
El contacto con los pacientes es imprescindible, pues nos ayuda a comprender mejor su situación y sus necesidades reales. Trasladar de la clínica al laboratorio cuestiones relevantes, creando modelos que nos permitan estudiarlos y buscar soluciones que en un viaje inverso puedan llevarse a los pacientes es la base de la investigación clínica traslacional. La proximidad con los pacientes nos ayuda también a establecer prioridades en la investigación. No hay ensayos clínicos exitosos sin reflexión ni proximidad a los pacientes. Además, los pacientes son extraordinariamente colaboradores y nos estimulan con su agradecimiento y su generosidad, participando en nuestros proyectos.