Hercal Diggers

Con el proyecto de la Planta H-Zero, Hercal se ha convertido en un referente en España en demolición circular de edificios, naves y grandes instalaciones industriales, maximizando el reaprovechamiento de los escombros que se generan para iniciar un nuevo ciclo de vida de los materiales, gestionando cada escombro como un nuevo banco de recursos. Hoy conversamos con Marcos Calleja (CEO) y José Calleja (Director General) de Hercal Diggers.
    

Demoliciones y sostenibilidad, ¿cómo es eso?

Desde nuestros orígenes, ya hace más de 15 años, perseguimos un sueño: convertirnos en la empresa de demoliciones más sostenible del país. Por eso es clave la valorización de la mayor parte del material que derribamos y excavamos en nuestras obras, limitando el impacto en el medio ambiente. Reaprovechar los escombros de la construcción para reintegrarlos en el mercado como una nueva materia prima es una cuestión prioritaria desde el punto de vista medioambiental, económico y social, y una de las medidas clave que fija el Plan de Acción de la Unión Europea para fomentar la economía circular. En Hercal, la demolición no es el final, sino el comienzo de un nuevo ciclo de vida de los materiales.
    

¿Cómo se decide crear la Planta H-ZERO?

Dentro de esta estrategia, nos encontrábamos con proyectos, especialmente en zonas urbanas, donde a causa de limitaciones de espacio no era posible utilizar la maquinaria necesaria para realizar “in situ” esta valorización de los escombros, y estos tenían que ser transportados a vertederos. De aquí salió la idea de la Planta H-Zero, con la que queremos conseguir que “cero” escombros acaben en el vertedero. Con la Planta H-Zero reducimos la necesidad de vertederos y racionalizamos la utilización de los recursos naturales.
    

Pero, ¿qué es la planta H-Zero exactamente?

Una instalación pionera en España que permite transformar los escombros generados en las obras de construcción y demolición en áridos reciclados lavados de alta calidad, aptos para usos tan exigentes como en el hormigón. Se trata de una planta de 25.000 m² situada en Terrassa (Barcelona), con una inversión global que supera los 20 millones de euros, equipada con la última tecnología y con capacidad para gestionar más de 2.000 toneladas de escombros al día.
    

¿Qué beneficios aporta la planta H-Zero?

Conseguimos un doble beneficio: reducimos la necesidad de vertederos y racionalizamos la utilización de los recursos naturales, puesto que, a la hora de hacer hormigón, siempre que sea posible, usamos nuestros áridos reciclados lavados en lugar de los áridos naturales de cantera. Cada tonelada de escombro que entra en nuestra planta es una tonelada de escombro que no acabará en un vertedero, y es una tonelada de material que no se extraerá de un recurso natural.
    

¿Cómo es el proceso?

Más allá de gestionar los desechos, convertimos cada escombro en un banco de recursos reaprovechando los residuos para múltiples aplicaciones, como es el caso del hormigón sostenible.
Una vez el escombro llega a nuestras instalaciones, es sometido a un minucioso proceso de limpieza donde se separan los plásticos, maderas, piezas de hierro, limos, arcillas… de forma que se obtiene la arena y la grava reciclada lavada que utilizamos para fabricar hormigón sostenible.
La economía circular y la sostenibilidad real son dos adelantos imprescindibles en el sector de la construcción, y en Hercal, con la Planta H-Zero, demostramos que ambos son posibles con una gestión eficiente y la tecnología adecuada.
    

¿El hormigón que producen se puede utilizar en cualquier proyecto?

Sí. Lo que hacemos es adecuar el porcentaje de árido reciclado en función de la aplicación del hormigón y de las restricciones que imponga tanto la normativa española como la dirección de obra. Aun así, cualquier hormigón que sale de la Planta H-Zero lleva una parte de árido reciclado lavado. Es nuestra seña de identidad.
    

¿Qué hace falta para que este modelo de economía circular en el sector de la construcción se implante?

El compromiso y la implicación de las administraciones y de los técnicos redactores de proyectos. Solo hay que mirar a Europa. Hay países donde está prohibido llevar escombros de la construcción a vertederos; u otros dónde es tan caro que la gente se lo piensa bien y lo lleva a plantas como la nuestra. No tiene sentido que sigamos utilizando áridos naturales para la mayoría de hormigones que se utilizan en obras de urbanización. Como sociedad, no nos lo podemos permitir. Para ello es importante modernizar la normativa del hormigón, como han hecho otros países europeos, donde se permite la utilización de porcentajes mucho más elevados de árido reciclado de calidad. En España, en este sentido, no hemos evolucionado nada en los últimos 15 años. Vivimos un cambio de época en el que transformarse y adaptarse es fundamental para dar respuesta a las nuevas necesidades que plantea el sector. También implica adaptarse de forma eficiente a los cambios. El constante reto de Hercal es REconstruir un futuro eficiente trabajando desde la sostenibilidad.
    
    
hercal.es
hercalzero.es