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El panorama empresarial español parece haber salido tecnológicamente reforzado de los retos de los últimos años. Aspectos relacionados con el trabajo en remoto y con la necesidad de automatizar y eficientar procesos por medio de la tecnología no eran algo nuevo, y mucho menos para las mayores empresas de nuestro país, así como para los líderes en sus mercados.

El Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) que mide el rendimiento digital de los países europeos en base a distintos indicadores (capital humano, conectividad, integración de la tecnología digital y servicios públicos digitales, etc.) coloca a España por encima de la media europea, concretamente en el puesto número siete, tan solo por detrás de Finlandia, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Irlanda y Malta.
El desarrollo del entorno digital genera para las empresas españolas un marco muy positivo para su crecimiento y competitividad, ya que favorece la innovación creando sinergias entre las empresas. Sobran los ejemplos de empresas que han encontrado, a través de la tecnología, la manera de hacer ganadora una idea de negocio.
El cambio más llamativo que se percibe es quizá el llamado proceso de democratización de la tecnología: nunca había sido tan económicamente viable para cualquier empresa acceder a las tecnologías capaces de transformar su negocio, lanzando nuevos productos para acercarse a nuevos mercados, y alcanzando ventajas en costes antes sólo disponibles para las grandes economías de escala.
Las tecnologías que lo habilitan están relacionadas con la minería de datos y procesos, la aplicación de inteligencia artificial y la observabilidad. Los nuevos modelos de desarrollo de aplicaciones full-cloud aportan, además, grandes ventajas al abordar un proyecto. Esto ocurre gracias a la enorme competitividad de la infraestructura virtualizada, la simplificación de los desarrollos y el incremento de agilidad por la reutilización personalizada de recursos tecnológicos.
Siempre vamos a hacer del talento de las personas el elemento diferenciador, pero gracias al efecto multiplicador que proporciona la tecnología, ahora somos capaces de potenciar la eficiencia y la productividad. De ahí la importancia crucial de apalancar el crecimiento sobre los modelos de plataformas tecnológicas.
La ciberseguridad es otro de los grandes aspectos claves: es fundamental garantizar la seguridad en todas las etapas de un proyecto o servicio tecnológico. Además, hemos de proporcionar soluciones de ciberseguridad capaces de hacer frente a cualquier ciberamenaza que pueda surgir, por sofisticada que esta pueda ser. Cuando un cliente pone en nuestras manos su data para que apliquemos tecnología de minería e inteligencia de negocio, cuando participamos del desarrollo de sus aplicativos o cuando operamos sus sistemas e infraestructuras, es absolutamente imprescindible asegurar que no somos una fuente adicional de vulnerabilidad; todo lo contrario: somos la garantía de seguridad para su negocio.
El entorno tecnológico ha cambiado mucho en poco tiempo. Sin duda seguirá evolucionando a una velocidad cada vez mayor, por lo que esperamos ver grandes cambios en los próximos años. En Entelgy sabemos de lo que hablamos. A nuestras espaldas tenemos 20 años de experiencia en los que no hemos dejado de acompañar a nuestros clientes como socio tecnológico de su negocio, centrando nuestros esfuerzos en garantizarles un crecimiento rentable y sostenible. Además, estas tecnologías que recomendamos, implantamos y operamos en nuestros clientes, también las aplicamos en nuestro propio negocio. Nuestra propuesta de valor responde al objetivo de que sus procesos de negocio sean de mayor calidad, más eficientes y, por supuesto, seguros.