OPROLER

Hablamos con Sergio Lerma, Gerente de OprolerOproler es una empresa de larga trayectoria en el sector de la promoción y la construcción. Para conocer el momento actual de la compañía, hablamos con Sergio Lerma, Gerente de la compañía.
Sector/es: Promoción inmobiliaria.Datos contacto de OPROLER
Descripción de OPROLER
¿Podría resumirnos la trayectoria
de Oproler hasta el día de hoy?
Oproler pertenece a un grupo no consolidado de empresas
familiares del sector constructor y promotor cuyo
origen se remonta al año 1962. Tras una fase
de preponderancia de la actividad inmobiliaria en
los años 80 y 90, en los últimos diez
años se ha revitalizado la faceta constructora,
siendo en este momento la que centra los esfuerzos
de cara al futuro. La concentración de capital
en el entorno familiar permite una toma muy rápida
de decisiones y una gran capacidad de asunción
de riesgos, en especial por existir un único
representante de la familia en los órganos
de dirección, estando profesionalizados el
resto de los puestos. Esta combinación proporciona
agilidad en el servicio y confianza al cliente pero,
a la vez, se cuenta con la necesaria aportación
a la gestión de los mejores profesionales del
mercado. Cabe añadir que sólo se permite
el acceso a los órganos de dirección
a la familia tras quince años de experiencia
profesional fuera de la empresa.
¿Cuál es la estructura actual
de la empresa?
Oproler cuenta con 30 técnicos en plantilla,
entre ingenieros, arquitectos y, sobre todo, aparejadores.
Todos ellos están enfocados a la producción,
pese a contar con un pequeño elemento de apoyo
en lo que respecta a diseño y proyectos. Además,
la empresa cuenta con unos 50 operarios, siendo la
gran mayoría especialistas en rehabilitación
y con gran permanencia en la empresa. Por otro lado,
el peso del personal comercial, administrativo y de
Prevención de Riesgos Laborales, auténtica
obsesión en esta empresa, es muy relevante,
sumando una veintena de personas.
Disponen de oficinas en Madrid, Barcelona
y Sevilla ¿qué tienen de particular
estas ciudades? ¿Es fundamental en ciudades
tan antiguas servicios como la rehabilitación?
La sede de la actividad constructora está en
Madrid, y esta plaza representa un 60% de la facturación,
frente al 30% de Barcelona y el 10% de Sevilla. En
efecto, gran parte de la obra que ejecuta Oproler
consiste en rehabilitaciones integrales de edificios
o grandes reformas en entorno urbano, siendo estas
nuestras dos especialidades fundamentales.
¿Cuáles son las líneas
de negocio de Oproler?
Somos una empresa extremadamente diversificada, pero
cada línea de negocio actúa de forma
autónoma en los aspectos comerciales y de ejecución,
aprovechando tan solo las sinergias en la parte administrativa.
Por ello, y dado el fuerte crecimiento de la empresa,
es muy posible que, pese a mantener la misma marca,
se creen a corto plazo tres empresas diferentes, cada
una con su especialización: Obra Civil, Edificación,
y Rehabilitación. El 40% de nuestra facturación
es para las administraciones central, autonómicas
o locales, un 30% para grandes empresas multinacionales,
bien directamente, bien a través de los principales
Project Managers del país, y otro 30% para
inmobiliarias de tamaño medio-grande, empresas
nacionales, asociaciones y fundaciones asistenciales
e incluso particulares.
¿Cuáles son los proyectos más
destacables en los que han participado?
Entre las obras más significativas están
la cimentación y 3.800 m2 de estructura para
la nueva “Casa del Príncipe” en
el entorno del Palacio de la Zarzuela, para Patrimonio
Nacional; un edificio de 3.000 m2 de gran complejidad
técnica, llave en mano, adjudicado por el Centro
Nacional de Aceleradores para alojar un acelerador
circular de partículas (CICLOTRON), el mayor
y más moderno de España; la rehabilitación
de dos plantas del Palacio Arzobispal de Madrid, del
siglo XVI; la rehabilitación integral de edificio
para Hotel de las Letras en Granvía, 11; la
rehabilitación de interiores de los 40.000
m2 de los edificios “Suecia” y “Millenium”
para ERICSSON; la reforma integral de todo el Vestíbulo
Comercial de la estación y de las oficinas
de Gerencia y Control de Tráfico de Andalucía
Occidental en la Estación de Santa Justa; la
rehabilitación integral de un edificio residencial
de gran lujo en Serrano, 44; reforma de más
de 20.000 m2 de aulas, laboratorios y despachos para
la Universidad Complutense y para la de Sevilla; reforma
o ejecución de edificios para sedes corporativas
de muchas empresas de primer orden, ministerios y
consejerias. Además, hemos realizado reformas
de centros comerciales, 2.200 viviendas colectivas
y 300 unifamiliares, pareados o adosados y equipamientos
como residencias asistenciales, guarderías,
conservatorios de música, hangares de aviación...
La calidad es una de sus máximas, ¿redunda
este hecho en un aumento del precio?
Por supuesto, nadie da “duros a peseta”
pero ya decía Quevedo que “es sólo
de necios confundir valor con precio”. Hay muchos
abusos en el mercado, en especial con aquellos clientes
que se embarcan en obras con poca frecuencia y no
disponen un departamento técnico interno, por
no ser ese su negocio básico. Nuestra política,
desde hace diez años, es intentar dar siempre
el precio más económico que nos garantice
nuestro margen mínimo. Este es el secreto de
nuestro crecimiento. Pese a que cobramos los duros
a cinco pesetas, según nuestros clientes, y
a juzgar por la gran cantidad de adjudicaciones de
subastas para distintas administraciones y de paquetes
especializados de obra para muchos Project Managers,
somos competitivos en extremo.
El motivo de esta gran competitividad es doble: disponer
de un excelente personal propio, gracias a los 44
años de estabilidad de la empresa, y nuestros
magníficos colaboradores y similares, que aprecian
nuestra perfecta trayectoria de pagos.
¿Cuáles son sus planes de futuro?
¿Han pensado en expandirse o bien diversificar
sus actividades?
En cuanto a la diversificación, ya la hemos
completado hace dos años mediante el arranque
del Departamento de Obra Civil, que está funcionando
muy bien en sus dos especialidades; urbanización
y carreteras. A corto, medio y largo plazo el plan
de futuro es el mismo que en 1962: crecer ordenadamente,
dando el mejor servicio posible al cliente, y todo
ello con una dedicación intensa y una reinversión
del 100% de los beneficios en la empresa. En Oproler
creemos que no hay otra fórmula posible.